Con sus planes de estrechar su cooperación con Libia sobre temas migratorios, la UE corre el peligro de exacerbar los malos tratos generalizados y la detención indefinida en terribles condiciones que sufren miles de personas refugiadas y migrantes, ha dicho Amnistía Internacional.
El mes pasado, la UE anunció su intención de prorrogar por un año la Operación Sophia, su misión naval contra el tráfico de personas en el Mediterráneo, y formar a la guardia costera libia, mejorando su capacidad y compartiendo con ella información, a petición del nuevo Gobierno de este país. Sin embargo, los testimonios recogidos durante las visitas a Sicilia y Puglia en mayo de 2016 revelan estremecedores abusos por parte de la guardia costera libia y en los centros de detención de inmigrantes en este país.
Amnistía Internacional habló con 90 personas que sobrevivieron a la peligrosa travesía marítima entre Libia e Italia, entre las que había al menos 20 personas refugiadas y migrantes que hablaron de disparos y golpes mientras los guardias costeros los recogían y de horribles torturas y otros malos tratos en centros de detención. En una ocasión, la guardia costera libia abandonó una embarcación dejando que se hundiera con las aproximadamente 120 personas que había a bordo.